El queso derretido, con su textura cremosa y sabor suave, combina bien con opciones que resalten su sabor sin sobrecargar el paladar.
• Vino blanco: Un Chardonnay joven o un Sauvignon Blanc, con su acidez refrescante, limpia el paladar entre bocados.
• Cerveza: Una Pilsner ligera o una cerveza de trigo complementa la suavidad del queso.
• Bebidas sin alcohol: Una gaseosa de manzana o una limonada clásica.