Con tomate, queso y orégano, esta opción recuerda a los sabores italianos clásicos.
• Vino tinto: Un Sangiovese o un Syrah joven, con notas frutales y especiadas.
• Cerveza: Una IPA (India Pale Ale) suave o una cerveza roja, que combine con el toque ácido del tomate.
• Bebidas sin alcohol: Una agua con naranja o un jugo de tomate fresco con especias.